En el Palau Robert

El otro día me acerqué al Palau Robert de Barcelona, como otras veces. Esta vez coincidió que coexistían 3 exposiciones que pensé que serían de mi interés. Una: "Cesc, la força del traç". Otra: "Fer fer. Una exposició sobre l'evolució del management" y otra: "La vitrina del fotògraf" para echar una ojeada y ver quién es el fotógrafo que toca y conocer y aprender.
La de Cesc me pareció interesante. Dibujos y cuadros (no había visto cuadros suyos y me sorprendieron gratamente) se van mostrando en su recorrido teniendo como punto común los edificios que para el dibujante son una muestra de la prepotencia y la estupidez del poder. Para pasar un rato agradable.
La del management, también estuvo bien. Al entrar impacta ver una sala repleta de personas (de cartón, pero de tamaño y volumen real), mientras se van oyendo voces, todas a la vez, emitiendo palabras relacionadas con el management. Con esto quieren expresar la confusión que se creó al comenzar a utilizarse un nuevo vocabulario que respondía a conceptos también nuevos. Acertadamente llaman a esta primera parte de la exposición, La confusión de Babel.
El siguiente apartado muestra la evolución del management con un audiovisual con las exposiciones de varios profesores de ESADE, organizador del evento. Y para acabar, la tercera parte de la exposición, Diez personas con voz, está dedicada a los supuestos diez personajes más relevantes en la evolución del management, con sus hitos y sus palabras.
La vitrina del fotógrafo, en esta ocasión presentaba una exposición original, un tanto extraña y difícil de ver del fotógrafo Ros Ribas. Dando la mayor relevancia posible al "click", al disparo en sí, al puro instante, y dejando a parte lo demás (técnica, composición, incluso cámara) muestra una cantidad ingente de fotografías de tamaño "normal", es decir, pequeñas que, sinceramente, me pareció excesiva. Empecé con entusiasmo pero cuando llevaba 50 ó 60 fotos y vi lo que queda por ver, decidí hacer un repaso rápido escogiendo las que más me atraían para dedicarles unos segundos más, con el riesgo de perderme algunas que me hubieran gustado. En esta exposición, el fotógrafo siente el disparo de la cámara como un cazador con su escopeta y el resultado, la fotografía, es la pieza capturada.
Hasta la próxima.